Recientemente el gobierno de la provincia de La Rioja, en una acción conjunta con el Ministerio de Salud Pública y la Zona Sanitaria III, realizaron diversos estudios de control y de prevención a mujeres, hombres, niños y ancianos de Alto Carrizal, Barrio El Bordo y cabecera del departamento Famatina; para tal fin se dispuso de los servicios del camión oftalmológico y el mamógrafo móvil. Durante tres días se atendieron a 50 mujeres, entre 20 y 70 años, a quienes se les practicaron estudios ginecológicos a cargo de la Dra. Laura Romero y las licenciadas Norma Aguilar y Virginia Espeche; por su parte el control oftalmológico estuvo a cargo del Dr. Carlos Albrieu y atendió a más de 170 personas entre niños y adultos, de 3 a 80 años. Este trabajo del gobierno provincial con los equipo de salud, tiene como fin prevenir y mejorar la calidad de vida de las personas. En relación a los estudios oftalmológico practicados, la Jefe de la Zona Sanitaria III, Farm. Sonia Bosetti, remarcó que “la ausencia o disminución de la vista, suponen una seria minusvalía para el individuo, puede comprometer el desarrollo integral del sujeto que la padece desde el nacimiento, su calidad de vida y la de su familia, requiriendo esfuerzos de toda la comunidad para minimizar la discapacidad que produce y es por eso que la detección oportuna de las patologías que la ponen en riesgo, debe comprometer a todo el Equipo de Salud e involucrar a las autoridades sanitarias”. En otro orden dijo también que “la visión, es el sentido de la relación social por excelencia, del aprendizaje y de la comunicación; la que debemos cuidar todos los días”. Al hace referencia a los controles ginecológicos, como una herramienta fundamental para la prevención de distintas patologías, en especial aquellas relacionadas con el cáncer de cuello de útero; Bosetti recomendó que “esos controles deben realizarse una vez al año, e involucra el Papanicolau (PAP) y el Examen Mamario”. “Debe tenerse en cuenta, que la patología mamaria cobró mucha importancia en estos últimos años, por un lado debido a los avances tecnológicos, que ha permitido que los estudios sean cada vez más específicos, diagnosticando lesiones en estadios tempranos que no son ni siquiera palpables” expresó la funcionaria. Por último dijo también que “ se recomienda realizarse una mamografía y una ecografía mamaria entre los 35 y los 40 años, y luego de esa edad incluirlas rutinariamente en los controles. Hay que tener en cuenta que estas recomendaciones son para pacientes sin ningún tipo de antecedentes. Aquellas que tienen familiares directos con diagnósticos de cáncer de mama en edades jóvenes, se les aconseja realizarse estudios con mayor anterioridad. Actualmente el componente genético – hereditario está cobrando muchísima importancia y no deben minimizarse sus implicancias” puntualizó.
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